Un grupo de investigadores de distintas disciplinas, coordinado por Julian Taylor, científico del Hospital Nacional de Parapléjicos, centro que gestiona el Gobierno de Castilla-La Mancha, ha descubierto cómo un componente principal modificado del aceite de oliva, el ácido oleico, tiene un alto valor terapéutico para el tipo de dolor asociado a los problemas del nervio periférico.
Bodegn_aceite_olivaLa molécula, registrada por la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos como una patente de uso, ha sido licenciada a la empresa biofarmacéutica Lipopharma para su posible explotación industrial y comercial.
El estudio, publicado en la revista científica Eur J Pain, apoya la idea de que los ácidos grasos tipo Omega 9 podrían ser modificados para aliviar algunos síntomas psicológicos del dolor.
El descubrimiento lo han realizado científicos y especialistas que provienen de la investigación básica y clínica de Parapléjicos, los biólogos Gerardo Ávila, Iriana Galán y Águeda Donato, conjuntamente con Pablo Escribá, Xavier Busquets de la Universidad de las Islas Baleares y Julio Gómez de la Universidad de Castilla La Mancha
Los investigadores han observado en roedores cómo el fármaco no sólo inhibe la hipersensibilidad al dolor, sino que también controla el nivel de ansiedad que produce, algo que, de confirmarse en los ensayos clínicos, podría aportar un valor añadido muy importante a su efecto como analgésico.
Según el experto en dolor del departamento de Farmacología y Nutrición de la Universidad Rey Juan Carlos, Carlos Goicoechea «este compuesto ha demostrado un importante efecto analgésico en uno de los dolores más difíciles de tratar que existe, el dolor neuropático: es capaz de disminuir tanto la hiperalgesia (hipersensibilidad al estímulo doloroso) como la alodinia, esa situación en la que se desencadena una respuesta dolorosa ante estímulos que comúnmente no lo
provocan, por ejemplo el simple tacto.»
Por su parte el experto en aplicación de moléculas relacionadas con ácidos grasos de la Universidad escocesa de Aberden, Wenlong Huang, asegura que «los resultados destacan el mecanismo de acción de la molécula modificada del aceite de oliva sobre la inflamación, particularmente las células microgliales, que juegan un papel importante sobre el desarrollo y mantenimiento del dolor neuropático».
Desarrollo Biofarmacéutico y análisis de la seguridad del fármaco
Los investigadores del HNP y otras entidades colaboradoras han encontrado que el compuesto induce un efecto anti-inflamatorio sin que se produzcan reacciones adversas importantes, debido a sus contrastadas propiedades de seguridad y tolerabilidad. El Dr. Taylor destaca que «como la molécula ha sido administrada por vía oral este tratamiento podría tener una alta posibilidad de traslación al ámbito clínico.»
Según comenta Vicenc Tur, Director General de Lipopharma, «los resultados disponibles del estudio clínico en marcha confirman el elevado nivel de seguridad del compuesto y sus prometedoras aplicaciones potenciales en el ámbito oncológico, lo que avala la investigación de su potencial terapéutico en otras indicaciones relacionadas como el dolor».
Un ácido graso muy cercano
Se da además la curiosa circunstancia de que la molécula con la que se han llevado a cabo los experimentos se deriva de un ácido graso natural que es especialmente abundante en las aceitunas de variedad cornicabra que se cultivan en la denominación de origen Montes de Toledo, ciudad donde se encuentra el Hospital Nacional de Parapléjicos.
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