La cancillera alemana, Angela merkel y su partido cristiano-demócratas (CDU) está estudiando posibles alianzas con otros partidos para tener mayoría en el Parlamento. Una posibilidad es la alianza con los socialdemócratas (SPD), quienes prometieron durante su campaña electoral que si gobernaban, establecerían un salario mínimo de 8,5 €/hora. El partido de Merkel siempre se ha opuesto al salario mínimo, sin embargo, si el CDU quiere pactar con el SPD, ésta podría ser una de las concesiones que tendría que hacer.

El que saliera para adelante el establecimiento de un salario mínimo sería acogido con satisfacción por el sector cárnico francés, que desde hace años ha venido denunciando que Alemania hace dumping social. Alegan que en Alemania se contrata obreros de países del este de Europa a los que somete a unas condiciones laborales y salariales mucho peores que a los obreros alemanes, pagándoles una media de 6 €/hora (frente a los 20 €/h pagados en Francia), sin salario mínimo y sin convenio colectivo. De esta forma, los industriales alemanes consiguen abaratar sus costes de producción y resultar mucho más competitivos que los industriales franceses.