En la última cosecha ha aparecido una mayor incidencia del Ustilago sp., más conocidos como carbón de la cebada y del trigo. Enfermedades que llevaban años sin aparecer en nuestros campos.

Por lo general, no suele aparecer ningún síntoma de infección durante el desarrollo de la cebada. Sin embargo, poco antes de la cosecha se pueden observar que algunos granos, a veces con glumas, se han convertido en una masa de esporas recubierta por una membrana de color grisáceo que se endurece paulatinamente. Los granos aparecen llenos de un polvo negruzco que son las esporas del Ustilago sp., que en el momento de la cosecha contaminan el resto de la misma.

En el caso del trigo, el carbón destruye totalmente las espigas dejando solamente el raquis. Comienza durante la floración y se manifiesta antes de que las espigas salgan de la vaina que las rodea, de forma que cuando éstas emergen ya están completamente destruidas y cubiertas de una abundante masa pulverulenta negruzca que se desprende con mucha facilidad.

Aprose, advierte que esto se debe al reempleo de grano sin control, a la utilización de cosechas contaminadas para la siembra y sobre todo, a la disminución del uso de semilla certificada. La semilla certificada garantiza la pureza varietal y específica, el poder germinativo, la sanidad de la semilla, la trazabilidad, mejores rendimientos y la calidad homogénea.

Por eso, Aprose insiste una vez más en promover la importancia del uso de semilla certificada, cuyos controles, dan a los agricultores garantía de calidad y evitan la aparición de estas enfermedades, y lo más importante, ayudan a aumentar la producción en las explotaciones y con ello la rentabilidad de los agricultores.