Desde que a mediados de abril de detectó la presencia, por primera vez en EEUU, de un foco de Diarrea Epidémica Porcina, la enfermedad no ha dejado de propagarse. A 4 de junio se registraban 113 casos positivos en 103 explotaciones de 11 estados (CO, IA, IL, IN, MI, MN, MO, NE, OH, OK & SD). De estas explotaciones, 26 son de reproductoras, 70 de cebo y 7 sin especificar.

El Servicio de Inspección sanidad animal y vegetal del Departamento de Agricultura de EEUU (APHIS-USDA) recibió informes de que los piensos podrían ser un posible factor de transmisión de la diarrea epidémica porcina podría. El APHIS ha analizado muestras de piensos y de ingredientes de piensos sin obtener resultados positivos a la enfermedad.

La diarrea epidémica porcina se confirmó por primera vez en Inglaterra en 1971 y después, se han registrado otros casos en Europa y Canadá y más recientemente en China, Corea y Japón.

La enfermedad es similar a una gastroenteritis transmisible, que causa una diarrea severa en cerdos. La morbilidad en cerdas y lechones es alta. La mortalidad es también frecuente, especialmente en lechones debido a la deshidratación. Una vez expuestos al virus, los cerdos experimentan un foco en 4-5 días.

No hay tratamiento para la enfermedad, por lo que la prevención y control son muy importantes. Es recomendable que los lechones dispongan de agua abundante para evitar la deshidratación y que las cerdas gestantes se puedan exponer al virus para ayudar a construir la inmunidad de los lechones.

Aunque las rutas de transmisión no se han confirmado, se sospecha que el virus se transmite a través de cerdos infectados, camiones de transporte y fomites contaminados.