El pasado viernes, la Comisión de Agricultura del Sanado de EEUU publicó su propuesta del Farm Bill 2012 (la ley agraria estadounidense que se renueva cada 5 años). Esta propuesta está redactada con el fin de poder ahorrar 23.000 millones de euros. Los recortes van a afectar fundamentalmente a los pagos directos y las medidas agroambientales.

La propuesta presentada apoya la completa eliminación de los pagos directos a los agricultores, de manera que éstos dejarían de recibir ingresos por cultivos que no han sido sembrados y pagos por la bajada de los precios de mercado o de los rendimientos. En contrapartida, lo que se propone es reforzar el sistema de seguros y promover que los productores se elaboren su propio sistema de gestión de riesgos.

El recorte en las medidas agroambientales se presenta como una propuesta de consolidar y reducir duplicidades en los programas de conservación (medidas para preservar el suelo, el agua y la flora y fauna silvestre). En consecuencia, los 23 programas de conservación existentes hasta ahora se quedarían reducidos a 13.

Esta propuesta, de 900 folios, se espera que reciba el visto bueno del Senado el próximo miércoles. Posteriormente tendría que ser aprobada por el Congreso, lo que podría resultar más complicado, ya que parece ser que el Congreso no quiere un ahorro de 23.000 millones sino de 33.000 millones de dólares, para lo que habría que incluir recortes en los programas de ayuda alimentaria. El actual Farm Bill está vigente hasta el 30 de septiembre, por lo que el Congreso tendrá que tomar antes una decisión.

La organización profesional agraria más importante de EEUU, Farm Bureau (FB) apoya la eliminación de los pagos directos y reclama una red de seguridad, basada en programas de protección contra catástrofes, seguros de cosecha y créditos para la comercialización con una tasa que reflejara los niveles de mercado.

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