La Comisión Europea ha publicado un informe que evalúa los dispositivos de la PAC aplicados al sector lácteo, entre 2004 y 2010. El informe, que ha sido realizado por la Universidad de Wageningen (Holanda), toma 2004 como fecha de inicio debido a que fue a partir del 1 de julio de ese año cuando se empezaron a aplicar las primeras reducciones de los precios de intervención y a introducir las primas a los ganaderos.

El estudio plantea tres recomendaciones (medidas de mercado, gestión de riesgos y contratos), con el fin de subsanar las lagunas y deficiencias de las actuales medidas políticas, en base a suponer que la Unión Europea continuará con los mismos objetivos que hasta ahora: equilibrio de mercado, mantenimiento de los ingresos de los ganaderos, mejorar la competitividad del sector, mejorar las estructuras, promover normas medioambientales y de calidad de los productos.

El estudio detecta que en un momento como el actual, en el que el mercado mundial evoluciona muy rápidamente y hay una elevada volatilidad de los precios, los actuales mecanismos de intervención parecen excesivamente rígidos (niveles de precios, períodos y limites de compra) para resultar eficaces. Por este motivo, el estudio recomienda la adopción de mecanismos que puedan responder rápidamente a la caída de precios de mercado en cualquier momento del año.

Además, de cara a que el ganadero pueda mantener sus rentas con un mercado lleno de incertidumbre por la volatilidad de los precios, sería recomendable contar con herramientas de gestión de riesgos, privadas o públicas, que sean facilitadas y/o desarrolladas para los agricultores (individualmente o colectivamente).

El estudio también señala la necesidad de contar con un mejor equilibrio de los poderes en la cadena alimentaria, recomendando estudiar opciones para mejoren el poder negociación de los contratos de venta de leche cruda entre ganaderos y transformadores.