Ante la situación originada en los mercados por el derrumbe “en picado” de los precios en origen de la patata temprana, que en estos momentos se está recolectando en las regiones andaluzas y del este español, el Comité de Patata de Fepex, desea resaltar los siguientes aspectos:

• Nuevamente se pone de manifiesto la fragilidad del sector, donde una oferta fragmentada, atomizada y cautiva de pánico vuelve a derrumbar los precios hasta puntos por debajo del umbral de rentabilidad del cultivo

• Se está produciendo la circunstancia, quizás única en la historia, de estar cotizándose la patata vieja de Francia en origen (calidad para lavar) más cara que la nueva en origen. Esta circunstancia anómala de mercado no responde a lo que realmente la cifras indican: una falta de patata en el corto plazo, al tener ahora los envasadores que almacenar producto hasta enlazar con la campaña de media estación de Valladolid.

• No se diferencia el producto “comodity” sin piel terminada y envasada en sacos para los mercados mayoristas, de la patata con piel firme en jumbos con calidad para lavar y destino la distribución organizada.

• El pánico a la caída de precios acelera decisiones de recolección, lo que da lugar a un producto final que no cumple los requisitos de calidad que el mercado de destino demanda, provocando un exceso de oferta, en parte, de un producto no demandado.

• Los mercados para la exportación, con calidades, variedades y calibres totalmente distintos a los demandados para el mercado nacional, no deben regirse por estos mismos precios en origen, siendo esta circunstancia la causa inmediata de la caída del precio para la exportación, sin tener explicación racional una bajada de estos precios tan súbita en los mercados de exportación.

Por todas estas razones, el Comité de Patata de FEPEX quiere hacer llegar a las administraciones nacionales y regionales, asociaciones profesionales agrarias,…… la necesidad urgente de regular el sector de una manera definitiva. Hacemos una llamada a la calma en estos momentos a los productores para que racionalicen sus entregas, así como una llamada al sentido común de los comerciantes y envasadores y la distribución en general en orden a la supervivencia de un sector que ha perdido más de la mitad de su superficie productiva en los últimos 10 años, y al que una situación como la actual, va a perjudicar aún más.