Ante la dinámica en la que están moviendo las cosas, la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) califica de prepotente y despótica la actitud que está manteniendo la empresa Lactalis, hundiendo los precios que paga a los ganaderos de vacuno de leche, conduciendo a muchos de ellos a la ruina y siempre amenazando con la posibilidad de no recogerles su producto.

Desde esta Organización se califica de inaceptable la forma en la que está trabajando esta empresa, de capital mayoritariamente francés, que ,desde la posición de dominio que mantiene en el mercado español al aglutinar buena parte de la demanda, está buscando la fórmula para introducir la leche excedentaria que produce en el país vecino aquí mientras arruina a estos profesionales con unos precios en origen significativamente más bajos que los que pagan otras industrias que desarrollan su actividad en el territorio español y que distan bastante con los que abona a los ganaderos de su país.

Frente a esta prepotencia, la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) lamenta la actitud mantenida por las Administraciones Públicas Agrarias, incapaces de articular medida alguna para frenar y sólo poniendo sobre la mesa parches o medidas carentes de eficacia como es, por ejemplo, el Real Decreto sobre contratos lácteos vacío en su contenido ya que buena parte de su contenido esta a expensas de los que se decida en Bruselas. Junto a esto, esta Organización considera totalmente insuficientes las medidas divulgadas por el MARM para tratar de paliar las crisis de este sector, pues buena parte de ellas se encuentran incluidas dentro del “régimen de mínimis” por lo que muchos ganaderos, tal vez, no puedan acceder a ellas por tener ya agotada la cantidad máxima que permite dicho sistema, teniendo en cuenta la ayuda concedida a quienes se dedican a esta actividad por la Consejería de Agricultura y Ganadería en el año 2009.

Si realmente desde las distintas Administraciones Agrarias se quisiera poner freno a esta situación, desde esta Organización se considera urgente la regulación de mecanismos que eviten las desmesuradas subidas de los factores de producción así como medidas que propicien y generen unas relaciones contractuales realmente estables que posibiliten precios justos para el sector