Los Vinos Alicante Denominación de Origen cuentan cada día con más prestigio. En su catálogo destacan algunos que se sirven en las mesas más selectas de los mejores restaurantes nacionales e internacionales. Prueba de esta afirmación la encontramos en la prestigiosa Guía Peñín, que eleva al Consejo Regulador alicantino por encima de las denominaciones de origen murcianas y del resto de la Comunidad Valenciana. El crédito de muchos de sus vinos va a más. Ya no sólo en la crítica, sino entre gran número de restauradores y aficionados al vino de todo el mundo. Posee un catalogo diverso y plural de vinos; hay nuevas bodegas, nuevas inquietudes, apuesta de agricultores y bodegueros por un producto personal y diferenciado. Y además una situación comercial que aguanta el “chaparrón” de una crisis del sector del vino que compartimos con otros muchos compañeros de ASAJA nacional en zonas donde este cultivo es clave.
Este salto cualitativo de ser líder en calidad y tener numerosas referencias entre los grandes vinos de España, es fruto del trabajo costoso y prolongado en el tiempo desarrollado por nuestros viticultores y bodegueros, que ha requerido de una adecuada estrategia y de un gran esfuerzo inversor en investigación, promoción e infraestructuras de modernización. Todo este proceso ha culminado en la consolidación de un nombre, una marca, una imagen que transmite calidad, equilibrio, tradición, cultura, proximidad al mar y arraigo a un territorio: Alicante. Y sobre todo, una etapa que vuelve a coincidir con el gran prestigio histórico que ha tenido esta zona y que es envidiado por muchos.
Gran parte de estos objetivos, se debe a la labor desempeñada por los agricultores y vinicultores que han entendido que en la calidad y la diferenciación del producto, está el valor añadido y que éste se obtiene en un alto porcentaje desde la viña y el trabajo en el cultivo.
Mientras esto sucede y los agricultores y bodegueros se afanan en esta lucha titánica, encontramos iniciativas como la que se observa en el díptico del Calendario de Catas 2011 del Centro Comercial Hipercor de Ademuz, que cuenta con el patrocinio de la Conselleria de Agricultura. En él, aparecen las tres Denominaciones de Origen de la Comunidad: la D.O. Utiel Requena, la D.O. Valencia y la D.O. Alicante; y una cuarta tan llamativa como indignante, a la que han llamado Denominación de Origen Vinos Valencianos.
Muchos llevan años diciendo que esto es una necesidad del sector y muchos empresarios, especialmente de la zona valenciana, insisten vehementemente en que debe de existir, pero en realidad el trasfondo de esta cuestión no es otro de olvidar y hacer desaparecer el prestigio particular de Alicante y someter a todo el sector en un proceso de confusión y generalidad, para que luego las grandes multinacionales sigan haciendo lo que hacen con los precios en origen.
¿Quién se esconde detrás de esta iniciativa? ¿Qué pretenden con esta medida? ¿Qué movimientos refleja este apoyo?. Deben ser totalmente conscientes de que no permitiremos que esto ocurra. No consentiremos que todo el trabajo y empeño de los bodegueros y viticultores ALICANTINOS queden reducidos a la nada. Pese a que reconozcamos que aún quedan objetivos por alcanzar, no toleraremos que salga adelante esta iniciativa de embrollar en un “Totum Revolutum” absolutamente dañino a nuestros intereses porque da la espalda a lo que demanda el mercado y resta valor al patrimonio vitícola de la comunidad Valenciana.
Estoy de acuerdo con las pretensiones del nuevo presidente del consejo regulador de la D.O. Utiel-Requena, José Luis Robredo, de estar dispuesto a integrarse en la marca Valencia en beneficio del sector del Vino Valenciano. La unión hace la fuerza y ambos pertenecen a la misma provincia, poseen volúmenes de producción similares y comparten las mismas características climatológicas y edafológicas. Sin embargo, la situación de la DO Vinos Alicante no es comparable y ellos lo saben; en consecuencia, la aspiración de constituir una DO conjunta de las tres denominaciones de vino de la Comunidad Valenciana constituye una aberración absolutamente inviable.
Sin perjuicio de lo anterior, consideramos fundamental y oportuno que se sigan realizando acciones promocionales, actividades y otras iniciativas de las tres DDOO conjuntamente bajo el paraguas, colaboración y apoyo de la Consellería de Agricultura, pero en ningún caso debemos confundir esta cooperación necesaria con desnaturalizar la zona protegida y desmantelar la imagen de los Vinos Alicante. Como reza el refrán: cada uno en su casa y “Dios” (la Generalitat) en la de todos.
Si estoy tratando de defender hoy la gran valía de nuestro producto es ni más ni menos porque existe cierto riesgo de que perdamos nuestra marca y los valores intrínsecos que posee. Incluso que se sitúe en una situación menos competitiva. Después de tanto esfuerzo, tanta lucha, tanto empeño vuelven a plantearnos un nuevo problema y no vamos a consentir que perdamos nuestro nombre; apostamos por un sector que sabe lo que quiere y no se deja manipular por otros.
Somos conscientes de que esta pelea no es nueva, pero continúan presionando y dando pasos en silencio para ponerla en marcha. Claro, a ellos les interesa para comercializarlo todo bajo una marca “Vino de Valencia”. Por ello, exigimos a los viticultores y demás implicados en el sector enológico que actúen con responsabilidad y sean contundentes en la defensa de sus intereses, deben unirse a esta nuestra lucha y defender con uñas y dientes el único nombre que nos corresponde, el de la “Denominación de Origen Vinos Alicante”.
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