Mientras que en otros países productores como EEUU y Brasil, hay un equeilbirio entre la superficie cultivada de maíz y de soja, no ocurre esto en Argentina. En EEUU, por cada hectárea de soja que se siembra, se cultiva otra de maíz. En el caso de Brasil, por cada ha de soja se siembra 1,4 ha de maíz. Por el contrario, en Argentina la situación es muy diferente, por cada 6,5 ha de soja se siembra tan solo 1 ha de maíz. La Asociación Argentina del Maiz (MAIZAR) que agrupa todos los sectores de la cadena productiva, incluyendo a los exportadores, se queja de que parece que los que toman las decisiones de siembra lo hacen sin fijarse en las necesidades del mercado.

En el escenario más optimista, con una buena campaña de lluvias que consiga un rendimiento medio nacional de 7.500 kilos por hectárea, la producción de maíz en Argentina es de 13-14 millones de toneladas, con un saldo exportable de entre 4-5 millones de toneladas. Con estas cifras, Argentina está bajando en el escalafón de exportadores mundiales (ha bajado del segundo al tercer puesto). Por el contrario, Brasil está subiendo, registrando una importante expansión en los últimos 10 años, que le ha convertido en el segundo exportador mundial.

En EEUU, el maíz sigue siendo el rey de los cereales, si bien también ha crecido la superficie de siembra de la soja, como consecuencia de que el precio de ambos granos se ha duplicado en esta década. El gran perdedor ha sido el algodón, según manifestaciones del representante del Departamento de Agricultura de EEUU(USDA) que ha participado en el seminario Agrotendencias 09 organizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

La ganadería cada vez usa menos maíz en detrimento de la torta de soja. No obstante, la producción mundial de maíz se sigue manteniendo al ritmo del aumento de la producción de carne, así como del incremento de la demanda para la producción de etanol.