La reducción de la incidencia de mastitis en las vacas lecheras puede obtenerse, no solo por el tratamiento de la afección, sino también mejorando el sistema inmunológico del animal. Esto puede conseguirse minimizando los factores de estrés y a través de una alimentación controlada y nutricionalmente equilibrada. Por ejemplo, proporcionando el tipo de fibra más apropiado para el sistema digestivo de las vacas lecheras. Esta es una de las conclusiones del dictamen emitido por el Panel de Sanidad y Bienestar Animal de la Autoridad Europea de Seguridad de los Alimentos (EFSA). El dictamen recoge que la mastitis y la cojera son los indicadores más significativos de un bajo nivel de bienestar animal en vacas lecheras.

Los expertos comunitarios también señalaron que las explotaciones con un elevado porcentaje de cojeras (más de un 10%) no tiene un programa adecuado de prevención y que deberían mejorar las condiciones de alojamiento, selección genética y practicas de gestión. Además, la reducción de la cojera también podría reducirse si los ganaderos tuvieran una adecuada formación para reconocer signos de enfermedad en las primeras fases de la afección y saber cuando avisar al veterinario.

El Panel también recomendó que la selección genética de las vacas lecheras debería ir dirigida, no solo a mejorar la fertilidad, sanidad y longevidad de las vacas, sino también a aumentar su resistencia a enfermedades, tales como la cojera y la mastitis.