El Ministerio de Agricultura de China ha anunciado haber completado con éxito un proyecto experimental de producción a gran escala de biogás a partir de restos de cultivos, como paja de cereales, caña de maíz, restos de frutas y hortalizas, residuos domésticos y otros materiales orgánicos.

Dentro de este proyecto, que ha sido llevado a cabo de forma experimental en 12 provincias, se ha utilizado una tecnología exclusiva patentada, basada en una fermentación anaeróbica.

China produce cada año 700 millones de tn de residuos de cultivos, cuyo uso bioenergético podría suponer un considerable ahorro de energía de otras fuentes y una nueva fuente de ingresos para los cultivadores.

La producción de biogás cuya tecnología está más desarrollada en el caso de utilizar residuos ganaderos, no lo está tanto en el caso de utilizarse como materia prima principal materiales vegetales, con los que existen mayores problemas técnicos para lograr una producción competitiva.