El Instituto Veterinario Central (CVI) de la Universidad de Wageningen en los Países Bajos ha elaborado un mapa de riesgo de propagación de la Peste Porcina Clásica (PPC) dentro del país. Según dicho mapa hay veinte zonas con un riesgo eventual elevado de propagación de la PPC. Dichas zonas se encuentran en las provincias de Brabante Septentrional, Limburgo, Güeldres, Overijssel y Utrecht, según publica el Boletín Exterior del MAPA.
Dicho mapa de riesgo constituye un instrumento de ayuda a la Administración para combatir con mayor acierto y eficacia un eventual brote de PPC, por ejemplo, en caso de un brote de PPC en una zona de bajo riesgo, y en función del resto de circunstancias, podría ser suficiente su eliminación, mientras que en las zonas de alto riesgo debería pensarse directamente en vacunación, prohibición del transporte y adopción de medidas higiénicas extraordinarias.
Basándose en el conocimiento de la propagación del virus durante la epizootia porcina de 1997 y 1998, y teniendo en cuenta los datos sobre explotaciones porcinas de 2004, se ha llevado a cabo un modelo matemático según el cual Países Bajos se ha dividido en distintas zonas de riesgo, clasificadas en función de la densidad ganadera, número de explotaciones y distancia entre ellas. Dos localizaciones diferentes de la misma empresa se han tenido en cuenta como dos localizaciones, mientras que una localización con dos explotaciones de distintos dueños se ha tenido en cuenta como una sola localización.
La experiencia en anteriores brotes ha demostrado que los grandes focos de la enfermedad se han producido por la propagación del virus a través de distintas granjas de porcino. En muchos casos se trataba de contagios entre empresas vecinas.
Gracias al mapa de zonas se ponen de manifiesto los riesgos regionales y nacionales en caso de brote de PPC y puede optarse entre distintas formas de tratamiento del problema. De la epizootia de 1997 y 1998 se aprendió también sobre el modo de propagación de la enfermedad, muy lento entre el periodo de contagio e incubación, y el momento en que los animales comenzaron a manifestar síntomas de la enfermedad. Cuando se constataron los focos, pasadas 9 semanas desde el contagio, la única solución fue el sacrificio sanitario de los animales de las explotaciones afectadas. Por medio del conocimiento, tanto por parte de los veterinarios como de los ganaderos, de los síntomas de la PPC, el periodo entre sospecha y confirmación se puede reducir a 6 semanas.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.