El presidente Bush firmó el pasado miércoles la nueva legislación en materia energética, que entre otras cosas prevé elevar los estándares de eficiencia de los vehículos y edificaciones y un notable incremento en la producción y consumo de biocarburantes.

La nueva ley obligará a que en 2022 se reemplacen 36.000 millones de galones de gasolina por biocarburantes, lo que suponen 6 veces más que la producción actual, de 6.000 millones de galones de bioetanol. No obstante, limita la producción de bioetanol de maíz a un máximo 16.000 millones de galones, teniendo el resto que provenir de biocarburantes de segunda generación, cuya producción comercial aun no está puesta a punto. En el caso de que no se logre una producción comercialmente viable de bioetanol celulósico en 2010 habrá medidas fiscales que favorezcan su consumo.

En cuanto al biodiesel se establece un mandato de mezcla de 1.000 millones de galones en 2012.