La Comisión Europea tendrá que resolver definitivamente el problema sobre si permite o no las importaciones procedentes de EEUU de carne de pollo que ha sufrido un tratamiento de reducción de patógenos a base de cloro. La resolución tendrá que llegar antes de la cumbre EU-EEUU, si bien habrá que contar con un dictamen científico Así se ha acordado en la primera reunión del Consejo Económico Trasatlántico, reunido la pasada semana, donde uno de los puntos a tratar era esta disputa avícola, que lleva largo tiempo sin una resolución satisfactoria para EEUU.

El sector avícola de EEUU está deseoso de que se elimine la prohibición para el potencial comercial que supondría poder exportar. Simplemente, las exportaciones a Rumania en 2005 supusieron 63 millones de dólares, las cuales tuvieron que suspenderse cuando este país pasó a formar parte de la UE.
En EEUU, las canales de pollo se tratan con un producto a base de cloro para eliminar los patógenos. Desde 1997, la UE ha prohibido la importación de esta carne, por considerar que dicho tratamiento podía suponer un riesgo.

No obstante, en enero de 2006, la Autoridad Europea de Seguridad de los Alimentos (EFSA) determinó que el tratamiento de las canales de pollo con determinadas soluciones, entre las que se encontraban dos a base de cloro (bicloruro sódico y dióxido de cloro), con el fin de reducir la presencia de bacterias patógenas, no suponía riesgo, siempre que se aplicara en determinadas condiciones. Recomendaba que se aplicara preferiblemente con spray en lugar de con tratamientos de inmersión pues se reduce la exposición a residuos.

Hasta el 1 de enero de 2006, la legislación comunitaria no permitía la utilización de sustancias, que no fuera el agua potable para eliminar la contaminación de la superficie de los productos de origen animal. No obstante, el reglamento 853/2004, que es parte del paquete higiene y que entró en vigor a 1 de enero de 2006, introdujo la posibilidad de permitirlo.

El Consejo Económico Transatlántico se constituyó en abril de este año, con el fin de limar asperezas comerciales entre la UE y EEUU, de cara a la próxima cumbre UE-EEUU. Está copresidido por el vicepresidente de la Comisión Europea, Günter Verheugen, y por el consejero en cuestiones económicas del presidente Bush, Allan Hubbard.