Investigadores de las dos Universidades de Idaho (EEUU) están trabajando en una alimentación a base de gusanos, para la trucha arco iris. Para el crecimiento de estos gusanos están utilizando estiércol de vaca e intestinos de pescado. Teniendo en cuenta que Idaho es el primer productor comercial de trucha arco iris y el cuarto estado en producción lechera, ésta resulta una unión de lo más beneficiosa.
La demanda de las explotaciones acuícolas chinas ha disparado el precio de la alimentación, a niveles por encima de los 1.000 €/tn. El objetivo de la investigación es encontrar una fuente de proteína más barata, que sea rica en ácidos grasos beneficiosos y que además, sea capaz de eliminar subproductos como es el estiércol de vaca y las tripas de pescado.
Las moscas negras pueden reducir el estiércol en un 50%, convirtiéndolo en biomasa de insectos. Ya están siendo usadas en Asia para eliminar las sobras de restaurantes. Como estas moscas no pueden sobrevivir en el frío invierno de Idaho, no existe peligro de que se conviertan en una plaga.
En la investigación, los científicos inicialmente colocaron el estiércol en cubos, sobre los que sembraron huevos de mosca importados de un productor comercial de insectos. Unos 70 días después se adicionaron los intestinos de peces, con el fin de que los gusanos que estaban creciendo en esa mezcla se enriquecieran con ácidos grasos omega 3 y omega 6. A través de unas rampas especiales se conseguía separar los gusanos, que fueron lavados, congelados y molidos y proporcionados a las truchas. El proyecto todavía no ha finalizado, dado que hay que elaborarlo a más grande escala y llevar a cabo un panel de consumo para evaluar el sabor de la trucha.
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