La utilización de baños de sulfato de cobre para las pezuñas de las vacas es una práctica habitual para evitar la cojera, sin embargo, un estudio ha puesto de manifiesto el peligro de dichos baños para los campos. El agua de los baños se suele mezclar con los estiércoles que luego se aplican sobre los campos de cultivo y provocan un importante aumento del contenido de cobre en el suelo.
El Instituto Minero de Nueva York y la Universidad de Cornell están realizando un estudio para comprobar como el sulfato de cobre puede afectar a la calidad y los rendimientos de tres cosechas. Los investigadores estiman que entre 22 y 88 kg de sulfato de cobre por ha se aplica cada año en algunos campos. El Departamento de Medio Ambiente del Estado de Nueva York ha establecido un límite máximo de cobre en el suelo de 410 kg/ha. Un campo podría alcanzar este límite entre 4,5 y 19 años.
Los investigadores consideran que hay alternativas para reducir el uso del sulfato de cobre y proteger el medio ambiente. Estas alternativas incluyen ajustar la cantidad de sulfato de cobre usado en los baños de las patas, reducir la frecuencia de los baños, utilizandolos menos en invierno y mejorar las superficies de la explotación. El Instituto Minero fue capaz de reducir el sulfato de cobre utilizado en un 60%, mejorando el estado de las pezuñas. Para ello, se usaron colchones de goma en la sala de ordeño y arreglando las pezuñas.
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