La varroa ha llegado a la Isla Sur de Nueva Zelanda. Inicialmente, se ha detectado la presencia de la varroa en dos lugares cerca de Stoke, en la región de Nelson, en la isla sur de Nueva Zelanda. A raíz de una vigilancia intensa se identificaron otras 8 localizaciones infestadas. Todas las localizaciones se encuentran en un área restringida del extremo norte de la Isla Sur.

Hasta 2000, Nueva Zelanda era junto con Australia uno de los pocos países productores de miel donde no estaba presente la varroosis. En junio de ese año se detectó la presencia del ácaro en la zona centro de la isla norte de este país. Este se fue extendiendo, con lo que la erradicación se hizo imposible. En su lugar, el gobierno de Nueva Zelanda puso en marcha un programa para ralentizar la propagación del ácaro y tratar de mantenerlo fuera de la Isla Sur.