En líneas generales, el control de residuos en productos animales en Portugal funciona de forma satisfactoria aunque se han detectado algunas irregularidades, ésta es la principal conclusión de la inspección llevada a cabo en Portugal en noviembre pasado, por la Oficina Veterinaria y Alimentaria de la UE. Una de las deficiencias más importantes es que es probable que se utilice clenbuterol y fenilbutazone en varias especias de producción de alimentos, para los que estas sustancias no están autorizadas.
Se ha comprobado que los actuales controles en los productos veterinarios, realizados por la administración competente, no son del todo efectivos. Podría estar utilizándose productos en especies en los que no están autorizados.
Asimismo, las autorizaciones portuguesas de comercialización para un cierto número de medicamentos veterinarios no están en línea con la legislación comunitaria, lo que podría provocar potenciales violaciones en la legislación de residuos.
La administración portuguesa no parece coincidir con lo reflejado en el informe de la inspección comunitaria. En el periódico luso Diario Noticias aparecen unas declaraciones del Subdirector General de Veterinaria, Fernando Bernardo, en las que rechaza la existencia de residuos de medicamentos en productos alimentarios. Considera que la misión comunitaria ha generalizado un caso aislado detectado en un establecimiento que compra medicamentos para distribuir entre sus asociados. En dicho establecimiento se encontró un lote de productos anti-inflamatorios destinados a ser usados en cerdos, los cuales solo estaban autorizados para bovinos.
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