Según un informe de UNICEF, las carencias de vitaminas y minerales es un importante problema alimentario que afecta a al menos un tercio de la población mundia, repercutiendo en un menor desarrollo físico e intelectual. El informe titulado The Micronutrient Initiative presenta una revisión de la situación de este grave problema, que afecta a 80 países en vías de desarrollo.

Sin acciones para combatir las deficiencias de micronutrientes el futuro de los niños de esos países está ya hipotecado y comprometido, ya que no alcanzarán su pleno potencial, y se estará más lejos de alcanzar el objetivo de reducir la extrema pobreza y la mortalidad infantil en dos tercios en 2015.

Algunas enfermedades derivadas de la falta de micronutrientes, como anemia, cretinismo y ceguera son bien conocidas desde hace tiempo. Hay, sin embargo otras importantes como la deficiencia de hierro, yodo o vitamina A. El método habitual de lucha contra estas deficiencias son programas públicos para la adición de estos elementos a la dieta habitual, como añadir yodo en la sal o suplementos en los alimentos de gran consumo.