Las labores agrícolas aceleran la descomposición de la materia orgánica y provocan liberación de dióxido de carbono a la atmósfera. Científicos del Servicio de Investigación Agraria de EEUU (ARS) están investigando como reducir estos escapes que contribuyen al efecto invernadero y a la pérdida de fertilidad del suelo.
Estudiando el tipo de labor y cuando se realiza esta, en un suelo arcillo-arenosos de Alabama y midiendo las pérdidas de dióxido de carbono, se ha encontrado que en las labores de otoño las pérdidas dependen del tipo de apero utilizado. Los discos causan más pérdidas que el chisel ya que remueven y mezclan más el suelo. Las parcelas no labradas tienen una pérdida similar a las labradas con chisel.
Según los científicos la labores realizadas en otoño que mantienen el residuo en la superficie y que minimizan la mezcla de suelo ayudan a reducir la s pérdidas de CO2. Por otra parte, esperar a labrar hasta la primavera protege el suelo durante el invierno y ralentiza la descomposición de la materia orgánica.
El consejo del Dr. Raper director de la investigación es minimizar el enterrado de residuos, y siempre que se pueda evitar los arados de vertedera o discos y usar el chisel.
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