El pasado 1 de junio, 270 manzanos, siendo una gran mayoría modificados genéticamente (MG), fueron destruidos en un campo de ensayo alemán por un grupo de activistas contrarios a la investigación. Los campos pertenecían al Instituto de Investigación de selección hortofrutícola, perteneciente al Instituto Kuhn en Dresden-Pillnitz. Los árboles se encontraban dentro de tiendas especiales de seguridad. Es la primera vez que los activistas anti OMG han destruido plantas que no estaban creciendo en el campo.

Los árboles destrozados tenían 7 años de edad y con ellos se estaban investigando métodos de control contra diversas enfermedades del manzano como la sarna, la cenicilla y el fuego bacteriano.

El Instituto valora los daños causados en 700.000 euros, pero lo que es más importante, se han destruido 10 años de investigación.