Cada día esta más claro que a la Comisión no le salen las cuentas de lo que ellos llaman la reforma de la OCM del Azúcar.
Si a finales de noviembre la Comisaria Fischer Boel, tras la celebración del Consejo de Ministros, instaba a las industrias y a los Estados Miembros a realizar nuevos esfuerzos para reestructurar el sector, a comienzos de diciembre, el director adjunto del gabinete de la Comisaria, señor K.D. Borchardt, con motivo de su intervención en la Asamblea General de los remolacheros franceses anunciaba el fracaso del plan de reestructuración, lo que llevaría implícito el tener que realizar una reducción lineal de cuotas de un 25% aproximadamente al finalizar el periodo de vigencia del Plan. (2009).
Para cualquier persona que no actuase con el sectarismo que lo hizo la Comisaria, estaba claro que el Plan de Reestructuración se planteó muy mal, fundamentalmente en dos aspectos: por una parte estaba mal dotado económicamente y por otra es totalmente falso que se trate de un plan voluntario para los agricultores. Esto último es una de las falsedades que más repitió la Comisaria, pero pronto quedó claro que quien tenía el poder de decisión para cerrar o no una fábrica era la industria, mientras que los remolacheros se convertían en rehenes de los fabricantes y se les obligaba a negociar con estos el reparto de la ayuda.
La Comisión, ante el preocupante panorama que se le presenta por la falta de abandono de la producción y consiguiente incremento de las existencias de azúcar ha comenzado con sus amenazas de realizar una reducción lineal de la cuota, tal y como hemos dicho, pero sin duda lo que más le asusta es el pensar en tener que quitar cuota de producción a los países a los que les acaba de vender nueva cuota. De ahí que desde diversos sectores de la Comisión se diga que están abiertos a recibir propuestas destinada a mejorar y/o modificar el funcionamiento del Fondo de Reestructuración.
Desde la C.N.E.C.R.C.A aceptamos la invitación y hacemos las siguientes propuestas a la Comisión basadas en todo lo que no funciona o ha fallado de su Plan.
1. – La cuantía de las compensaciones por abandono de cuota es claramente insuficiente y por este motivo no se incentiva la disminución de producción. Sería necesario incrementarla por lo menos en un 50%.
2. – El reparto de la ayuda entre los remolacheros y los fabricantes debe ser del cincuenta por ciento para cada sector de forma automática, sin negociaciones.
3. – Esta mejora de las compensaciones debe tener efectos retroactivos, para no causar un agravio comparativo con aquellos cultivadores y fabricantes que ya han abandonado la producción.
4. – En el supuesto caso de que se tuviese que llegar a realizar una reducción lineal de las cuotas, habría que tener en cuenta la situación de aquellos países que en mayor o menor medida ya hayan reducido su producción.
5. – La financiación de este aumento de la ayuda se conseguiría incrementando en la cuantía necesaria el importe temporal de reestructuración que ahora pagan los fabricantes para el Fondo. Es de suponer que preferirán pagar algo más que ver reducida su cuota en un 25%, incluso la recién comprada a 730 €/t.
Señora Fischer Boel: No lo dude más. Si no quiere tener que enfrentarse con tremendos problemas ¡REFORME LA REFORMA!
Madrid, 15 de diciembre de 2006
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