Valladolid, lunes 28 de junio de 2004. En la tarde de hoy a partir de las 18:00 el Consejo Regional Agrario se reúne convocado por el Consejero de Agricultura, José Valín, para tratar la problemática suscitada en el sector remolachero – azucarero tras conocerse como la Comisión Europea pretende reformar la Organización Común del Mercado del azúcar.

COAG va a reiterar durante este encuentro su rechazo frontal a estas propuestas y va a reclamar a todas las partes implicadas en el sector, Administraciones, industrias y productores, el establecimiento de un frente común para tratar de parar una reforma que puede dar al traste con uno de los cultivos que mayor carácter estratégico tiene en la agricultura de Castilla y León por se uno de los que asienta población y por tanto posibilita el desarrollo rural.

Según las primeras estimaciones realizadas desde esta Organización la reforma planteada a través de una comunicación por la Dirección General de Agricultura podría provocar una reducción de la siembra de remolacha en Castilla y León de unas 8.300 hectáreas (el 15%) en la campaña 2008 / 2009 como consecuencia de los anunciados recortes de cuota, 2,8 millones de tonelada de azúcar teniendo en cuenta que la UE posee un total de 17,2; reducción que se haría en dos fases 1,3 millones de Tm en un primer año (2005 / 2006) y en 0,5 millones de Tm en cada uno de los tres años siguientes. En este sentido conviene tener en cuenta que España cuenta con el 5,75% de esa cuota, lo que representa aproximadamente 991.265 toneladas de azúcar, lejos todavía del autoconsumo español que se sitúa en 1,2 millones. Evidentemente esta reducción de las siembras va a generar unas importantes pérdidas económicas, según los datos que ha podido recoger COAG, que se podrían situar en la frontera de los 95 millones de euros en la campaña 2008 – 2009

Indudablemente estos datos ponen en evidencia que hay que tratar por todos los medios de frenar esta reforma. COAG sigue apostando por el mantenimiento del sistema de cuotas y precios actual que, hasta la fecha, ha ofrecido una cierta seguridad al sector, teniendo en cuenta además que no supone ningún coste a los presupuestos comunitarios, algo que no se puede decir de la nueva reforma que se hace a costa de los fondos que ya se destinan a la agricultura y por lo tanto habrá que recortar de otros sectores para dárselo a la remolacha.