Estados Unidos ha anunciado una nueva denuncia contra México ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los impuestos que impone México a las bebidas refrescantes edulcoradas con productos diferentes del azúcar, como jarabe de fructosa o isoglucosa. Según EEUU estos impuestos son discriminatorios e inconsistentes con las obligaciones de comerciales de México al imponer una fiscalidad diferente a productos domésticos e importados, ya que el jarabe de fructosa, producido a partir de maíz, se importa de EEUU, mientras que el azúcar es mexicano.
EEUU ya denunció en el pasado a México ante la OMC por poner barreras arancelarias a la importación de edulcorantes de maíz, ganando este litigio. Tras esto el Gobierno Mexicano eliminó este arancel, pero impuso un impuesto especial de un 20% sobre los refrescos que contengan estos edulcorantes, lo que en la práctica tiene un efecto equivalente al de la medida arancelaria anterior. No deja de ser insólito que dos países que tienen entre sí un tratado de libre comercio (ALENA o NAFTA) planteen un litigio en la OMC. El contencioso viene desde hace años y se deriva de la desigualdad de tratamiento entre el azúcar y los edulcorantes de maíz en este tratado.
México es gran productor y exportador de azúcar de caña. Sin embargo su industria está en una grave crisis de tipo estructural, tanto por problemas estructurales internos, como por el bajo precio del azúcar en los mercados internacionales. El Gobierno de México expropió hace pocos años numerosas fábricas, que estaban en una situación financiera insostenible. EEUU aunque es también país productor de azúcar, es importador neto, con una serie de contingentes arancelarios de importación que reparte por países, que tienen como fin proteger la producción propia frente a las importaciones.
EEUU produce otros edulcorantes sustitutivos, fundamentalmente el llamado jarabe o sirope de alta fructosa (HFCS) que se obtiene de la hidrólisis húmeda de maíz. Este edulcorante es un sustitutivo del azúcar que se usa particularmente en las bebidas refrescantes. En la UE, la producción de este producto está contingentada bajo el mismo régimen de cuotas que el azúcar; pero no así en EEUU, donde hay un gran desarrollo de la industria del almidón.
México ha reclamado una mayor cuota de exportación de azúcar a EEUU, cuando no la total libertad, ya que México y EEUU forman parte del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA), que en última instancia prevé la liberalización del comercio de todo tipo de productos. Como no lo ha podido conseguir replicó en su momento con medidas arancelarias sobre las importaciones de jarabe de maíz norteamericanas y posteriormente con el impuesto a los refrescos.
Para México no es fácilmente asimilable que en una situación de grave crisis de su sector azucarero tenga que dejar libertad a las importaciones de HFCS norteamericanas, sin que tenga la contrapartida de poder exportar libremente su azúcar a EEUU.
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