Los productores franceses de patata tienen previsto tomar decisiones arriesgadas en 2018 para evitar que los precios en la patata tengan un continúo vaivén de subidas y bajadas, como también ocurre en España.

El presidentes de la Unión francesa de Productores de Patata (UNPT), Alain Dequeker, considera que la superficie sembrada de patata en 2017 fue excesiva, lo que unido a la actitud de la distribución, ha conllevado a situaciones como la protagonizada hace un par de semanas por la cadena de supermercados Intermarché, que puso a la venta  patata a un precio de venta al público (PVP) de 11 céntimos/kg. Para los cultivadores, este precio, muy por debajo de los costes de producción, no supone una venta a pérdidas sino una venta para «liquidar a los agricultores».

Por este motivo, desde la UNPT quieren estructurar las ofertas de patata de manera que se genere beneficio para todos. No obstante, recuerdan que el beneficio colectivo no es la suma de los beneficios individuales y que es el momento de tomar decisiones valientes y rápidas. Van a llevar esta decisión a su próxima Asamblea del 12 y 13 de febrero, donde esperan que salga adelante.

Más de la mitad de la producción francesa de patata se exporta, bien para su consumo en fresco o transformado. Francia es el primer exportador de la UE pero los productores franceses sienten la presión de sus homólogos alemanes, que quieren arretarles3 este lugar en el podio.