La cosecha de patata en 2018 ha sido un 13% más pequeña que la media de los últimos cinco años, que está en 5,6 Mt. Se ha llegado solo a 4,9 Mt, según la estimación de la AHDB. Es solo la cuarta vez desde 1960 que el cultivo no ha alcanzado la marca de 5 Mt.

La cifra de producción relativamente baja es el resultado de una caída estimada del área plantada en un 4,4% y de una reducción del rendimiento en un 12%.

El cultivo se vio muy afectado por la combinación de la siembra tardía y el clima cálido y seco prolongado que detuvo el crecimiento del tubérculo en junio y julio.

La única zona de Gran Bretaña que evitó los efectos de la ola de calor del verano fue Escocia. Las patatas cultivadas al norte de la frontera disfrutaron de un aumento del 3% en el rendimiento respecto al año pasado hasta 49.2 t/ha. Sin embargo, este incremento no pudo compensar una reducción de 1.600 ha de la superficie plantada.

Los rendimientos medios en Inglaterra fueron de 40.1t / ha, una disminución del 20% con respecto a las 49.9 t/ha.