El precio de la colza siguió subiendo ayer en la Bolsa de París (Euronext). Se alcanzaba el precio de 484,75 €/t a las 3 de la tarde para entregas en mayo. Varios factores están contribuyendo a esta subida, como el incremento del precio del petróleo y las malas previsiones de cosecha en Europa. Ucrania, que es el principal exportador de colza a la UE, no solo se ha quedado por debajo del millón de hectáreas de colza previsto, sino que además, las siembras no pudieron hacerse bien, con lo que habrá que ver como influye en los rendimientos. Por otro lado, Francia ha reducido mucho sus siembras. Ha sembrado en torno al millón de hectáreas, que es la superficie más baja en 20 años.

También ha favorecido la escalada de precios de la colza, los incremento de precio de la soja en la Bolsa de Chicago, como consecuencia de las dificultades que está registrando la soja brasileña. En Brasil, la cosecha va atrasada como consecuencia de las lluvias. Se lleva cosechado un 15% de la superficie cuando el año pasado en estas fechas, ya se había cosechado más del doble, según la estimación de la consultora AgRural.

El aumento de los precios de la soja está provocando que algunos agricultores brasileños no quieran cumplir los contratos. Este año, los agricultores brasileños vendieron muy pronto su grano (en julio pasado estaba comprometida el 40% de la cosecha cuando la media de los últimos 5 años era el 12% para esa fecha). Las operaciones se hicieron en un momento en el que los precios estaban bajos. Ahora, que los precios se han doblado, muchos agricultores están lamentando el compromiso adquirido, según recoge Blomberg y planteándose no cumplir los contratos de entrega.

Los contratos entre comerciantes y agricultores incluyen una sanción por incuplimiento que oscila entre el 20% y el 50% del valor de la carga no entregada. Según los operadores, teniendo en cuenta los precios actuales, sigue saliendo a cuenta pagar la sanción.