Las condiciones meteorológicas siguen siendo la mayor preocupación de los mercados. La Bolsa de Chicago cerró el martes con los precios más altos de últimos años para la soja y el maíz, por la incertidumbre para la próxima cosecha, si bien la siembras en EEUU están apenas iniciadas. El precio del maíz alcanzó su nivel más alto en casi 8 años, con más de 6 $/bushel (32,68 €/t) mientras que la soja siguió subiendo por sexta jornada consecutiva, llegando a su nivel más alto en 7 años.

Ciertamente, en el Medio Oeste de EEUU las temperaturas son bajas pero la alarma parece algo excesiva ya que las siembras están, no solo en sus inicios, sino también en su ventana temporal habitual. De acuerdo con los últimos datos del Departamento de Agricultura de EEUU, a 18 de abril se había sembrado el 8% del maíz y el 3% de la soja, niveles cercanos a la media de los últimos cinco años.

Otro factor que también han influido en el alza de los precios ha sido la preocupación por el estado de la cosecha de Brasil. La falta de agua está generando temor de una revisión a la baja de la estimación de la segunda cosecha de maíz.

También ha favorecido el anuncio del USDA de una exportación de 114.300 t de maíz a México en la campaña 2020/21.

Para algunos especialistas de mercados, la soja todavía no ha tocado techo y su precio podría seguir subiendo. Como factor bajista apuntan un aumento de las tensiones políticas entre China y Taiwán.

Los altos precios internacionales del maíz y la soja han llevado a la Cámara de Comercio Exterior (Camex) de Brasil ha suspender nuevamente los impuestos a la importación de estos granos, para reducir la presión sobre los precios en el mercado brasileño, que siguen subiendo por la fuerte demanda externa y el mantenimiento de la devaluación del real frente al dólar. Camex  sigue barajando cifras récord para la cosecha brasileña: 109 Mt de maíz y 135,5 Mt de soja.