En el nuevo gobierno de Cataluña de Pere Aragonés, el Departamento de Agricultura ha sido renombrado, para despojarlo de la agricultura, la ganadería y la pesca, y darle prioridad al clima. La antigua de Consejería se llamaba de «Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación» y la nueva ha recibido el nombre de «Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural». Si que se mantiene al frente la misma consejera, Teresa Jordá, que es uno de los 3 miembros que repiten en este nuevo ejecutivo con 14 consejeros.

El cambio de nombre ha encendido las alarmas entre las principales organizaciones catalanas de alimentación animal, porcino, avícola, de mataderos y de la transformación de la carne (1). Ya estaban preocupados por la pérdida progresiva de peso del sector primario y de la industria agroalimentaria en las políticas de la Administración Catalana y este cambio de nombre, del que suponen también un cambio de contenido, incrementa su preocupación. Temen que el sector agroalimentario quede relegado a un segundo plano, a pesar de la importancia estratégica que tiene para Cataluña, especialmente el ganadero y cárnico, que da ocupación a 34.000 personas y produce más de 2 millones de toneladas de carne al año.

(1) ASFAC (Associació Catalana de Fabricants d’Aliments Compostos), ASSOCAT (Associació d’Empresaris d’Escorxadors i Comerç d’Aviram, Conills, Ous i Caça de Catalunya), FAC (Federació Avícola Catalana), FECIC (Federació Empresarial de Carns i Indústries Càrnies) y PORCAT (Associació Catalana de Productors de Porcí)