El precio de la carne de cerdo ha evolucionado favorablemente durante la última semana en muchos mercados europeos, empujado por la mejoría de la demanda. La llegada de temperaturas más elevadas a favorecido las barbacoas.

En Alemania, el precio oficial se ha revalorizado en 5 céntimos aunque la actividad se vio interrumpida en algunos länder por la festividad del Corpus Christi, el jueves 8 de junio, que también generó una mayor demanda de productos para barbacoa. La oferta es baja.

En Bélgica, el precio ha subido 4 ct/kg vivo tras el incremento de 1 ct de la semana anterior. Los pesos medios son 600 gramos más pesados ​​que el año pasado pero se espera que la oferta de cerdos, que ya está en caída libre, baje bruscamente en las próximas semanas.

En Francia, el precio ha subido 3,1 céntimos. La oferta es débil. La actividad de sacrificio de la semana pasada en la zona Oeste de Uniporc ascendió a 368.698 cerdos. Los pesos bajaron significativamente en 511 gramos hasta 96,29 kg, pero siguen siendo 1 kilo superior a la misma referencia 2023.

En España, a pesar de la escasa oferta, el precio se mantiene estable por décima semana consecutiva. La situación se mantiene sin cambios, con la paradoja que la falta de oferta hace impensable que se baje el precio pero al mismo tiempo, su posición de liderazgo resta competitividad a la carne española en el mercado mundial, ralentizando las exportaciones. El consumo interno se mantiene bajo debido a la inflación y el alto coste de las cámaras frigoríficas obliga a vender fresco.

En Italia, el mercado se está estabilizando gradualmente, pero no se espera la recuperación antes de mediados de junio, cuando aumentarán las temperaturas y la oferta de cerdos caerá significativamente para la demanda de verano, normalmente en aumento.

En EEUU, el 29 de mayo, Día de los Caídos, marca tradicionalmente el inicio de la temporada de verano y barbacoa. La caída de la producción de carne ha ayudado a respaldar el comercio.

En China, al cierre de la semana pasada, el precio se mantuvo en torno a los 1,86 €/kg vivo. Esta estabilidad de precios desde enero se ha traducido para los ganaderos de porcino, en unas pérdidas de 21,5 € por cerdo. Estas pérdidas económicas pueden explicar el elevado sacrificio registrado para los primeros 4 meses de 2023, que supera los volúmenes (para periodos similares) de los últimos años (incluso antes de 2018, año de aparición de la Peste Porcina Africana).