La carne cultivada está generando que en la UE haya países que la prohíban y otros que la promuevan. En el lado de la prohibición se encuentra Italia. Los parlamentarios italianos han votado a favor de respaldar una ley que prohíbe la producción, venta o importación de carne cultivada tanto para consumo humano o animal. El ministro italiano de Agricultura, Francesco Lollobrigida, ha defendido que Italia es el primer país del mundo que ha salvaguardado la dieta de los alimentos sintéticos.
Otros países, por el contrario, son grandes promotores de este tipo de carne. Uno de ellos es Países Bajos, cuyo gobierno ha destinado 60 millones de euros para el desarrollo de la carne cultivada. Los Países Bajos pusieron la carne cultivada en el mapa en 2013, cuando Mosa Meat, con sede en Holanda, presentó su primera carne cultivada a partir de células.
También Alemania es otro de los países que ha movilizado fondos para el desarrollo de este tipo de alimentos. En el presupuesto 2024 del gobierno alemán, hay una partida de 38 M€ destinado al desarrollo de carne cultivada o basada en plantas, así como de alternativas a los lácteos.
En China, el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales incluyó por primera vez, en su Plan Agrícola Quinquenal de enero de 2022, un enfoque en la tecnología alimentaria del futuro, como la carne cultivada.
El primer país en autorizar la carne cultivada fue Singapur, que en 2020 autorizó a Eat Just, que es la compañía detrás de Good Meat, a comercializar carne cultivada. Este verano, el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA) autorizó las instalaciones de dos empresas californianas, UPSIDE Foods y Good Meat, para que puedan vender carne de pollo cultivada en el laboratorio.
Desde julio pasado, la carne de pollo cultivada se puede consumir en el restaurante que el cocinero asturiano Jose Andres tiene en Washington DC. Por unos 67 euros se puede disfrutar de un menú que incluye Anticuchos de Pollo (pollo cultivado marinado con salsa de anticucho, patatas autóctonas y chimichurri de ají amarillo).
Que pena que un cocinero Asturiano promueva algo antinatural , con la carne que tenemos en Asturias y en España en general y el daño que con estas acciones hace a toda la ganaderia Española .