Las condiciones más cálidas de lo habitual han predominado en la mayor parte de Europa, aunque más claramente en el sur, mientras que las condiciones más húmedas de lo habitual han prevalecido en las regiones de noroeste, el centro-norte y el este. En varias zonas del Mediterráneo y el Mar Negro se registraron déficit pluviométricos, según recoge el boletín sobre el estado de las cosecha que elabora la Comisión Europea (Boletín MARS).
Los continuos excedentes de lluvia en los países del Benelux y el noroeste de Alemania, aunque menos extremos que en los meses precedentes, mantuvieron las condiciones del suelo próximas a la saturación de agua y provocaron encharcamientos e inundaciones localizadas en las zonas bajas. Además de ser desfavorables para los cultivos, los campos demasiado húmedos no se pueden trabajar y son de difícil acceso, lo que provoca retrasos en la fertilización. Una situación similar se registra en Dinamarca y el sudeste de Suecia, agravada por las intensas lluvias de los días 5 y 6 de febrero.
Las abundantes precipitaciones de febrer en el este de Alemania, Chequia, Polonia, Bielorrusia, oeste de Ucrania, centro de Rumanía y Rusia europea no fueron motivo de preocupación para los cultivos.
El déficit de lluvias afectó negativamente a los cultivos de invierno en el sudeste de Rumanía y el noreste de Bulgaria, donde las precipitaciones durante el periodo de referencia fueron inferiores a la mitad de la media a largo plazo.
En algunas zonas mediterráneas costeras de España, el actual déficit de lluvias se acentuó aún más, en detrimento de los cultivos y las reservas de agua. El déficit de lluvias y las temperaturas inusualmente altas en las de Grecia no afectaron a los cultivos gracias a las reservas de humedad del suelo. En muchas zonas de Italia, el periodo analizado fue entre el tercero y el quinto más seco de nuestros registros desde 1991.
Ha habido mucha sequía en Sicilia, donde los prolongados déficits de lluvia se combinaron con temperaturas superiores a la media en zonas con disponibilidad limitada de agua.
También persistieron las condiciones de sequía en Marruecos y Argelia occidental, con graves repercusiones en las expectativas de rendimiento de los cereales. En el Boletín sobre el Norte de África de la serie Perspectivas Mundiales1 se ofrece un análisis más detallado de la situación de los cultivos y las correspondientes previsiones de rendimiento en la región del Magreb.
Desde mediados de enero, distintos excedentes de acumulación de temperatura afectan al sureste de Alemania, Austria, Chequia y Eslovaquia. En Eslovenia, Croacia, Hungría, Rumanía y Bulgaria, las temperaturas medias diarias superaron la LTA hasta en 4 °C (y en algunas regiones hasta a 6 ºC).
Temperaturas tan inusualmente altas en esta época del año tienden a beneficiar el desarrollo de los cultivos, especialmente en los cultivos tardíos, pero también provocan un endurecimiento de los cultivos de invierno, haciéndolos más vulnerables a las olas de frío. La zona de exceso de acumulación de temperatura se extendió hacia el este, hasta el sur de Ucrania y el sur de la Rusia europea, donde las temperaturas medias diarias excedieron la LTA en 2 a 3 °C. Las altas temperaturas también persistieron en todas las regiones de Italia, lo que convirtió el período analizado en uno de los cinco más cálidos registrados desde 1991.
En Portugal, España y las principales regiones agrícolas de Grecia, las temperaturas se ubicaron entre las más altas de nuestros registros, pero en su mayoría sin causar preocupación por los cultivos. En Chipre, las temperaturas superiores a la media y las precipitaciones medias beneficiaron potencialmente el crecimiento de la cebada de invierno.
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