Quemas controladas y prescritas de vegetación para dar continuidad a una labor cultural ancestral en las comarcas de montaña, como era la quema de pastos, sin que ello ponga en peligro a las masas forestales arboladas. Esta semana en la montaña de Montardit, en Sort, en el Pallars Sobirà, se ha hecho una de estas quemas aprovechando los últimos días de la temporada, que finaliza con la llegada de la primavera y con los prados más verdes.
Estas quemas sirven para mantener y mejorar la cubierta vegetal con el fuego y favorecen un hierbaje más tierno y fresco y el paso de los animales. Igualmente, la reducción de la cantidad de vegetación seca acumulada incide en una menor intensidad de los incendios forestales que hipotéticamente puedan afectar cada vez más a estos lugares, en el escenario actual de sequía y cambio climático.
Más quemas con el nuevo Plan estratégico de la ganadería extensiva de Cataluña
Este mismo mes de abril irá a Govern el Plan estratégico de la ganadería extensiva de Catalunya, que se ha gestado con un proceso participativo de más de dos años. Es un plan transversal que interpela a diferentes unidades del Departamento que han trabajado de manera conjunta y han creado un órgano de gobernanza con todos los actores implicados, para ir priorizando las acciones y buscando los recursos necesarios.
Una de las medidas que incluye es realizar quemas, con el fin de apoyar la ganadería extensiva de alta montaña. Se trata, en definitiva, de favorecer la viabilidad económica y la sostenibilidad de las explotaciones y otros subsectores asociados a la ganadería extensiva.
Esto coincide con el refuerzo del equipo que realiza las cremas del Grupo Especial de Prevención de Incendios Forestales (GEPIF) de Forestal Catalana. Este refuerzo de personal, con un especialista al frente, debe permitir diseñar y tener un plan de cremas e incrementarlas para cuando comience la nueva temporada a finales del otoño de ese mismo año.
Las cremas se realizan durante el invierno cuando las condiciones meteorológicas lo permiten. No se pueden hacer si sopla el viento, si todavía queda nieve o si la vegetación es demasiado seca, como ha ocurrido en los últimos tres años también en gran parte de las comarcas de montaña. Esta temporada, que finaliza con la quema de esta semana, se ha quemado en el Pallars Sobirà, la Alta Ribagorça, el Alt Urgell, la Cerdanya y el Ripollès.
El fuego como herramienta de prevención de incendios y para favorecer la biodiversidad
Las cremas controladas de vegetación, además de ser una buena herramienta de prevención de incendios forestales de invierno y primavera en las comarcas del Pirineo, se aplican con distintos objetivos. Esta temporada, se han realizado para recuperar pastos en las zonas de alta montaña, pero también para favorecer la biodiversidad. El fuego controlado introduce una moderada perturbación en un medio natural, que es aprovechada para renovar determinados hábitats. De forma habitual y no sólo en invierno, también se realizan cremas controladas de vegetación con el objetivo de eliminar restos forestales y crear y mantener puntos estratégicos, o para mejorar la protección de infraestructuras y núcleos de población.
El fuego es un proceso natural en los ecosistemas mediterráneos y su utilización controlada puede contribuir a diversificar el paisaje y favorecer a los mosaicos entre bosques y zonas abiertas.
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