Un reciente análisis de mieles en supermercados alemanes ha revelado que una gran parte de ellas muestran signos de adulteración. Así lo ha puesto de manifiesto un muestreo realizado por la Asociación Alemana de Apicultores Profesionales y Comerciales (DBIB) junto con la Asociación Europea de Apicultura Profesional (EPBA). Para estas organizaciones, los resultados obtenidos muestran la necesidad de tomar medidas contra la proliferación de estos productos falsificados.
El análisis realizado ha detectado que 25 de las 30 muestras de miel obtenidas de diferentes supermercados, es decir, el 80%, fueron identificadas como adulteradas. Las muestras fueron analizadas en un laboratorio en Estonia que utiliza un método de secuenciación de ADN que revela la presencia de ADN de abejas en las muestras. Si se encuentra escasa cantidad de este ADN, es un indicativo claro de que la miel ha sido adulterada y se ha mezclado jarabes, como un jarabe de fructosa producido por bacterias genéticamente modificadas. Este jarabe de laboratorio apenas contiene ADN, pero imita el perfil de azúcar que normalmente producen las abejas al convertir el néctar en miel. Hay laboratorios que están promocionando estos jarabes como una miel vegana y “libre de abejas”, denuncian los apicultores alemanes.
Esta situación se suma a un informe de la Unión Europea de 2023, que encontró que el 46% de las muestras de mieles analizadas eran «sospechosas» de no cumplir con las directrices de calidad establecidas.
La adulteración de la miel no solo afecta la calidad del producto, sino que también impacta negativamente en los precios del mercado, ya que los hunde. En los lineales se encuentran tarros de miel a 1,99 €, que es un precio al que nadie en el mundo puede producir miel, ni incluso en China ni en India, señalan desde la DBIB.
Los apicultores profesionales han enfrentado dificultades de venta en los últimos años. El mercado europeo lleva mucho tiempo inundado de miel barata, sobre todo desde que Estados Unidos cerró sus fronteras a estas importaciones. El resultado es que muchos apicultores profesionales en Europa ya no tienen explotaciones económicamente viables.
Ante los resultados de este estudio, el DBIB y el EPBA han decidido presentar sus hallazgos a la Comisión Europea y al Gobierno alemán, buscando medidas que regulen el mercado de la miel y protejan tanto a los consumidores como a los productores legítimos. Además, se está preparando una documentación audiovisual que pone de relieve la gravedad de la situación y la necesidad de actuar contra esta forma de «criminalidad organizada» que perjudica a los apicultores y a la industria en general.
La miel tenía que ser como siempre, cruda y natural, sin mezclas ni pasteurización.
Efectivamente, los supermercados la mayoría de las mieles que se venden a menos de seis euros el kilo, son Siropes , sin ningún valor medicinal como las mieles Auténticas.
Estos Embasadores de laboratorio, lo único que ponen en el mercado son mezclas. Con Jarabes que causan diabetes.
Por ello, la normativa tenía que ser clara y simple, la miel cruda y auténtica , con certificado de trazabilidad.
Así Este mercado seguiría siendo sostenible y aparte de beneficiar a nuestra salud, también la naturaleza lo agradecería.
pero en España todo esto la autoridad veterinaria alimentaria lo tiene controlado , no?