Desde enero de 2022, al menos 12 países del mundo han notificado la aparición por primera vez de Peste Porcina Africana (PPA) y otros 11 han reportado su propagación a nuevas zonas. En total, entre esa fecha y febrero de 2025, se han perdido más de 2 millones de cerdos en todo el mundo, siendo Asia y Europa las regiones más afectadas. Esta pérdida masiva representa una amenaza directa para la seguridad alimentaria global, considerando que la carne de cerdo supone el 31 % de la ingesta proteica mundial.
La PPA afecta con especial dureza a las explotaciones familiares, donde el cerdo constituye una fuente crucial de ingresos. La falta histórica de tratamientos y vacunas eficaces ha dificultado el control de la enfermedad, pero los avances recientes en investigación han abierto nuevas perspectivas, con las primeras vacunas autorizadas ya en uso en algunos países.
Nuevos estándares internacionales para garantizar eficacia y seguridad
Ante estos avances, la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH) ha adoptado, en su 92.ª Sesión General, una norma específica sobre vacunas contra la PPA. Esta iniciativa busca asegurar que solo se utilicen vacunas de alta calidad y eficacia demostrada, evitando así los riesgos asociados al uso de vacunas inadecuadas, como la propagación del virus o la aparición de nuevas cepas por recombinación genética.
La nueva norma establece requisitos mínimos que deben cumplir las vacunas antes de ser utilizadas. Entre ellos:
- Reducción efectiva de la gravedad de la enfermedad y la transmisión del virus.
- Garantía de seguridad, sin efectos clínicos graves ni riesgos medioambientales.
- Ausencia de virus salvajes o agentes patógenos.
- Coincidencia genética con las cepas de PPA circulantes en la región de aplicación.
Vacunación, complemento a una estrategia de control integral
La WOAH advierte, sin embargo, que la vacunación por sí sola no basta para controlar la PPA. Esta debe integrarse en un enfoque más amplio que combine bioseguridad, control de movimientos de animales y medidas de vigilancia. La decisión de vacunar corresponde a las Autoridades Veterinarias nacionales, que deben valorar el contexto epidemiológico y los recursos disponibles.
La organización subraya que la lucha eficaz contra la PPA requiere una inversión continua en investigación y la aplicación estricta de normas sanitarias internacionales. Con vacunas seguras y eficaces, y un sistema robusto de control, el impacto devastador de esta enfermedad podría reducirse de forma significativa en los próximos años.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.