En 2020 se identificó en el noreste de España una nueva cepa del virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV-1), conocida como “Rosalía”, cuya rápida propagación generó una creciente preocupación entre los profesionales del sector porcino. Aunque los datos oficiales sobre su impacto son aún escasos, las investigaciones señalan que esta cepa pudo haber contribuido a un aumento del 5 % en la mortalidad de cerdos en fase de cría entre 2020 y 2022, lo que supone un golpe económico notable para la industria porcina española.
El estudio, llevado a cabo por Agrotecnio y la Universitat de Lleida en colaboración con AM Animalia, el Grup de Sanejament Porcí (GSP) y el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC), tuvo como objetivo principal caracterizar la cepa “Rosalía” (Lleida 029_22) mediante ensayos in vitro e in vivo. En concreto, se evaluó el impacto de la infección por vía intranasal —que simula la exposición respiratoria natural— y por vía intramuscular —que puede derivarse del manejo con agujas contaminadas—.
Los resultados revelan una marcada diferencia de gravedad según la vía de entrada del virus. En cerdos infectados por vía intramuscular, la enfermedad fue fulminante, con una mortalidad del 100 %. Por el contrario, los animales infectados por vía intranasal presentaron síntomas más leves y una mortalidad del 30 %, pero con una prolongada fase de excreción viral que eleva considerablemente el riesgo de transmisión.
Los investigadores destacan que este modelo experimental ha permitido replicar los efectos observados en granjas reales y establecer una plataforma útil para evaluar vacunas específicas frente a esta cepa virulenta. Esta línea de trabajo abre nuevas posibilidades en el desarrollo de herramientas preventivas eficaces.
Una amenaza creciente para la sanidad y la sostenibilidad porcina
El síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) sigue siendo una de las enfermedades con mayor impacto económico a nivel mundial en la producción porcina. En Estados Unidos, se estima que provoca pérdidas anuales de 664 millones de dólares, mientras que en Alemania la cifra alcanza los 74.181 € por explotación al año.
El PRRS se transmite fácilmente mediante secreciones nasales, saliva y heces, lo que complica su control una vez introducido en una explotación. La enfermedad genera desde fallos reproductivos en cerdas hasta cuadros respiratorios graves en cerdos en crecimiento, afectando directamente al bienestar animal y a la productividad.
La alta capacidad de mutación y recombinación del PRRSV contribuye a la diversidad genética del virus, lo que hace que la eficacia de las vacunas actuales sea irregular y muchas veces impredecible. Este factor convierte al PRRS en uno de los mayores desafíos para la bioseguridad y la sostenibilidad del sector porcino a escala global.
No hay problema, cerdos transgénicos, es decir modificados genéticamente para resistir esta enfermedad, comer un poco mas de mier..no tiene la menor importancia.