La tercera mala campaña de aceite de oliva en Cataluña se salda con pérdidas de entre el 40% y el 70% de la cosecha, según Unió de Pagesos, que alerta de un tercer año consecutivo de producción excepcionalmente baja, con el olivar de secano como principal afectado. A pesar de este escenario, el sindicato prevé que los precios puedan mantenerse relativamente estables.

Las estimaciones de Unió de Pagesos a mediados de noviembre apuntan a que las escasas precipitaciones han condicionado el desarrollo del fruto y que las pedregadas en distintas zonas han reducido aún más la producción. La larga sequía acumulada en muchas comarcas ha alterado el ciclo vegetativo de los olivos, impidiéndoles recuperar su capacidad productiva. También se ha registrado un descenso considerable en la producción con riegos de apoyo debido a la baja pluviometría de los tres últimos años.
Sequía, pedrisco y plagas agravan la campaña
En comarcas como l’Urgell, la Segarra y el Baix Penedès se mantiene una producción muy baja de oliva, con pérdidas que en algunos casos alcanzan el 70%. Las lluvias de otoño solo han beneficiado a los árboles con oliva verde, mientras que en los olivos más estresados el agua y los últimos episodios de viento han provocado la caída del fruto.
En l’Alt Camp la situación es aún más grave, con pérdidas del 100% tanto en secano como en regadío, después de una campaña anterior ya muy floja. En el Tarragonès, la cosecha se consideraba correcta porque los árboles no estaban tan estresados, pero en las últimas semanas las perspectivas han empeorado por el aumento de aceituna dañada por la mosca del olivo, que ya ha provocado la pérdida de un 30% del fruto.
En la Ribera d’Ebre, donde el secano es minoritario, las lluvias de finales de septiembre y principios de octubre han permitido sostener la campaña, con una producción cercana al 60%. Sin embargo, los olivares intensivos de nueva plantación presentan una caída notable. En el Priorat, la falta persistente de lluvia apunta a una producción muy escasa.
En el Baix Ebre y el Montsià, el impacto ha sido muy desigual. En las zonas más afectadas por la pedregada y la borrasca se registran pérdidas totales del 100%, mientras que en las áreas más favorecidas las mermas no bajan del 60% de la producción. El exceso de humedad en algunas fincas está provocando la podredumbre del fruto en el árbol y las fuertes lluvias de octubre han dificultado la aplicación de tratamientos para contener estos problemas.
Finalmente, en el Baix Segrià, la pedregada que afectó a Maials, Llardecans y Seròs causó daños de entre el 30% y el 100%. Las plantaciones superintensivas han sido las más perjudicadas y el sindicato reclama a Agroseguro mayor rapidez en los peritajes.
Unió de Pagesos considera que esta tercera mala campaña de aceite de oliva en Cataluña llega tras varios años de condiciones climáticas adversas y episodios de pedrisco y plagas que han debilitado los olivares. A pesar de la fuerte reducción de la oferta, el sindicato prevé que los precios del aceite puedan mantenerse estables, aunque advierte de la creciente presión sobre el sector productor.





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