Nuevos altercados en explotaciones de ovino del municipio de Colmenar Viejo (Madrid) han encendido las alarmas entre los ganaderos, que denuncian una escalada de inseguridad en la zona. Según informa la Unión de Ganaderos, Agricultores y Silvicultores de Madrid (UGAMA), en los dos últimos meses se han registrado varios incidentes en distintas granjas, la mayoría relacionados con robos, salvo el ocurrido este pasado fin de semana, que ha supuesto un salto cualitativo en la gravedad de los hechos.
En este último caso, los sucesos tuvieron lugar entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, con daños importantes en la explotación y la aparición de ovejas acuchilladas. Este ataque ha generado una profunda preocupación entre los ganaderos, que se declaran frustrados e impotentes ante una situación que, a su juicio, se repite sin que se adopten medidas eficaces. El ganadero afectado avisó el sábado por la mañana a la Guardia Civil, que acudió a la explotación, aunque UGAMA lamenta que, pese a solicitarse en varias ocasiones, el SEPRONA no llegara a desplazarse hasta la granja.

Desde la organización se subraya que este tipo de episodios no solo implica pérdidas económicas directas, sino que pone en riesgo la continuidad de un sector considerado esencial para la alimentación y la economía local. Los ganaderos de ovino recuerdan que su actividad contribuye al mantenimiento del medio rural, a la gestión sostenible del territorio y al suministro de alimentos de calidad, en un momento además en el que se aproxima la campaña de Navidad, cuando la demanda de productos de ovino es especialmente elevada. En este contexto, los ataques a explotaciones de ovino en Colmenar Viejo se perciben como una amenaza directa a la estabilidad de las pequeñas explotaciones familiares.
UGAMA señala que lleva años trabajando con las administraciones competentes para reclamar una mayor vigilancia en los caminos rurales y en las zonas de tránsito ganadero, así como la puesta en marcha de medidas que refuercen la seguridad de las explotaciones. La organización insiste en que estos incidentes no pueden normalizarse y reclama una respuesta inmediata que devuelva la tranquilidad a los ganaderos. Recuerda además que, hace años, Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Colmenar Viejo se comprometieron a instalar cámaras de vigilancia en los accesos a los caminos rurales y a aplicar otras medidas de disuasión, compromisos que, según la organización, aún no se han materializado.
En este sentido, UGAMA advierte de que la ausencia de estas actuaciones mantiene al ganado expuesto a situaciones que califica de auténtico salvajismo y considera que esta realidad es difícilmente compatible con las exigencias de la normativa de bienestar animal. Para la organización, la sensación de desprotección en el campo es creciente y obliga a redoblar los esfuerzos de prevención, con presencia efectiva de las fuerzas de seguridad y una mayor coordinación entre administraciones.
La organización reitera su apoyo a los ganaderos de Colmenar Viejo y apela a que se refuercen los dispositivos de vigilancia y se actúe de forma preventiva para evitar nuevos sucesos. Los ataques a explotaciones de ovino en Colmenar Viejo son, a juicio de UGAMA, un síntoma de la vulnerabilidad de muchas explotaciones ganaderas frente a actos delictivos y agresiones directas a los animales. Por ello, pide a las administraciones que adopten medidas urgentes y hace un llamamiento a la colaboración ciudadana para que cualquier información relevante se traslade a las autoridades y contribuya a que estos hechos no se repitan.





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