Las autoridades irlandesas han confirmado haber interceptado un cargamento de gluten de maíz norteamericano al que se habían detectado trazas del maíz no autorizado Bt10, habiéndose tomado las medidas para que no entre en la cadena alimentaria. Se trata del primer caso detectado desde que aprobaron las medidas frente a la entrada de este tipo de maíz OMG y una demostración de que el dispositivo que se ha puesto en marcha funciona. Desde que se puso en marcha el sistema se han realizado 290 análisis de otros tantos cargamentos de corn gluten feed y residuos de cervecería que se usan en alimentación animal, que hasta ahora han sido negativos excepto en este caso. La presencia de las trazas de Bt10 fue detectada en EEUU por el laboratorio GeneScan antes de que llegara el barco y comunicada a las autoridades irlandesas.

La Comisión Europea estableció en abril que las importaciones de productos de maíz procedentes de EEUU deberán ir acompañadas por un análisis que demuestre, bajo un método validado, que la partida en cuestión no contiene Bt10, un evento transgénico del que ahora se ha sabido que fue liberado accidentalmente en una pequeña cantidad, y que no está aprobado en la UE ni en EEUU, pero no por ninguna razón que haga sospechar que suponga algún riesgo para la salud o el medio ambiente, sino por no haberse tramitado su aprobación. Las autoridades de EEUU han determinado que este maíz es tan seguro como el maíz convencional, y tanto en EEUU como en la UE está aprobado el maíz OMG Bt11, que tiene la misma modificación genética que el Bt10.

El corn gluten feed que ha dado positivo, es solo el correspondiente a una de las celdas del barco. Será sometido a nuevos análisis y las autoridades determinarán cual es su destino final.