Investigadores de la Universidad de California (Riverside) y del Instituto de Genética y Desarrollo de China han logrado describir a nivel molecular la respuesta de las plantas al frío y su regulación genética, un conocimiento que podría ser básico para obtener plantas tolerantes a condiciones adversas, como las bajas temperaturas, sequía y salinidad.

Se trata de un mecanismo complejo basado en varios genes y enzimas, que una vez comprendido se puede controlar para obtener plantas más resistentes al frío sin causar ningún efecto negativo en las plantas. Las resistencias a otras condiciones adversas, como el calor, la sequía o la salinidad están en gran parte relacionadas, ya que los genes y enzimas que actúan son en gran parte los mismos.